La lavanda es una planta aromática endémica de la región mediterránea que crece en praderas y arbustos secos.
Su nombre proviene del latín “lavandere”, aludiendo a sus propiedades limpiadoras. La más utilizada por los herbolarios, especialmente contra el insomnio y la hinchazón, es la lavanda orgánica (Lavandula angustifolia officinalis), un arbusto leñoso con hojas alargadas, estrechas, grisáceas y muy perfumadas.
La flor de lavanda es de color azul y se cosecha en densas espigas. Florece a comienzos del verano, y las hojas y las flores recolectadas se utilizan con fines medicinales. La lavanda dentata es muy popular para cultivar en macetas gracias a su gran resistencia y su valor ornamental.
Los ramos de flores de lavanda seca se han usado desde la antigüedad para perfumar ropa y habitaciones, y el aceite esencial de lavanda, en baños y masajes, como sigue siendo habitual hoy en día.
¿Para qué sirve la lavanda?
- Puedes usar la flor de lavanda seca en infusiones o encontrarla en extractos líquidos, tinturas y cápsulas. La lavanda se emplea a menudo para promover el sueño: es muy útil para calmar los nervios, los ataques de pánico y el insomnio.
- La lavanda es muy adecuada para favorecer la expulsión de gases y combatir la hinchazón abdominal, así como para mejorar el mal aliento.
- Los ramos de flores de lavanda seca también se utilizan para perfumar ambientes y repeler insectos en las tardes de verano.